Comentario
La diócesis de León disfrutaba de una doble exención económica; por un lado, gozaba de ese privilegio frente a un metropolitano (en este sentido los obispos de León defendieron su independencia especialmente frente a Toledo); y en segundo lugar, el cabildo catedralicio estaba exento frente a su obispo.
Bajo esta perspectiva, la Iglesia se constituyó, junto al rey, en la institución más poderosa del León medieval, enriquecida con donaciones de impuestos por Alfonso VII (1126-1157) y por Alfonso IX (1188-1229); las lógicas tensiones derivadas del choque de intereses con el concejo no se mitigaron hasta la concordia de 1269.